UNA BAILARINA QUE CRECIÓ CON LA NATURALEZA
El Colegio Artístico Santa Cecilia en la celebración de sus 30 años y en el marco del Día Internacional de la Danza le rinde un homenaje a la Maestra María Elena Scheuch, quien a sus 82 años aun vibra por el Ballet y la creación artística. María Elena inicio sus clases de Ballet a los 9 años gracias a su padre Armando Scheuch quien la inscribió en una escuela de Ballet en Santiago. Ella es una mujer sensible por la naturaleza y el dibujo. Actualmente vive con su esposo el doctor Patricio Barriga, en su paraíso como ella lo llama 20 Kilómetros vía a Puyehue – Entre Ríos-.
El equipo del departamento de extensión del CASC la visitó y hablo con ella sobre su vida. La maestra María Elena nos contó que desde niña disfrutaba de vivir en el campo, con las hojas, las flores y arriba de los árboles porque dice ella: “no pesaba nada” colgándose de un árbol a otro. Poco le gustaba la ciudad porque ama con toda su fuerza la vida en el campo, amaba los bichos, las mariposas, los animales, los árboles y disfrutaba del amor de su familia junto con su madre Carlita y su hermana Silvia quien es una talentosa pianista.
Antes de los nueve años recibió formación en casa, “eran otros tiempos, no habían caminos, ni facilidad con el transporte y mucho menos Internet.”
Su familia de descendencia Alemana y Polaca, Padre Armando Scheuch fue agrónomo y la persona que le transmitió la fuerza para tocar otras vidas. María Elena recuerda que a los 4 años vio el ballet, “vi unas niñas que movían los brazos, y me fascino” y entonces ella dijo eso quiero ser yo. Veía las noticias y la televisión siempre buscando encontrar a las bailarinas de Ballet.
HA FORMADO CIENTOS DE ALUMNOS/AS.
Fue muy regaloneada por la compañía de Ballet Municipal de Santiago, le tenían en alta estima, “fue bello lo que logre hacer, más que dar clases yo quería bailar”
Viajaba a Santiago todos los meses a sus clases de Ballet, una semana cada mes y se concentraba en la sala de ballet con toda la intensidad horaria posible. Allí aprendió la disciplina y el compromiso, a resistir lo duro que puede ser el Ballet. Inició a dictar clases de Ballet en Osorno desde Joven, también estudio diseño para escenarios, ella reconoce que como docente fue muy estricta pero a la vez muy amorosa.
Su formación como bailarina de Ballet fue clásica. Cuando tuvo elementos artísticos se percató que le encantaba crear obras, potencializaba entonces las habilidades de sus estudiantes y luego creaba una obra especifica con los aportes que ofrecían las cualidades artísticas propias de sus alumnas, lo cual fue una acción innovadora y muy comentada en Santiago; la creación para ella siempre ha sido fundamental.
Preocupada por aportar a la sociedad de Osorno, se propuso a becar alumnos/as, habló entonces con el departamento de educación para becar a muchas estudiantes que deseaban aprender Ballet. Se siente orgullosa de sus estudiantes, muchos de ellos pasaron como bailarines directos a las compañías de Ballet en Santiago. Su mayor orgullo uno de sus alumnos que ha viajado por Europa y ahora está en Corea del Sur.
La maestra paso su vida bailando en el Teatro Municipal de Santiago, viajo a varios países a conocer técnicas y para 1998 ya había expuesto su obra artística como dibujante de bailarinas en el Teatro Municipal de Santiago.
SIGUE CREANDO AUN EN EL RETIRO DEL BALLET
Una mujer talentosa y excepcional se retiró del Ballet después de sus 50 años y cuando lo hizo le pregunto al pintor Raúl García ¿Qué hago ahora?, pues aunque había estudiado dibujo sentía que ya había perdido la práctica, entonces él le dijo que trabajara con los elementos de su propio entorno. Así ella se propuso a crear cuadros de bailarinas con la técnica de las hojas secas.
Dentro de las muchas obras de Ballet que creo, ella recuerda “Tu vivirás” es la historia de una chica jovencita que empieza a entusiasmarse con el Ballet, pero primero ella esta soñolienta y va despertando y se va a acordando de lo vivido la noche antes, pasa al centro del escenario, todavía enamorada, como es el amor, fuerte, vibrante y con pasión. Su amigo el poeta Claudio, le escribo un poema pensado en la relación con su padre quien además le enseño el amor por el dibujo; trabajo durante un año entero para lograr presentar aquella obra.
María Elena reafirma constantemente que las creaciones de Ballet son historias de la vida. Un trabajo espantosamente fuerte y terminas con los pies destrozados. Dentro del diario vivir elige un tiempo para ver bailarinas en su Tablet. Una mujer vibrante que aún trabaja en el gran patio de su casa, “llego agotada pero feliz…” Nos habló sobre las estaciones “Verano es la estación del año que más disfruto, me gusta la primavera, el otoño lo encuentro bello pero me acongoja, todo muere en el otoño y eso da pena.”
Su mensaje es que reconozcamos la maravilla de la naturaleza, que aprendamos a amar la naturaleza, a respetar a los árboles y a cuidar el planeta.
Para este sentido homenaje también visitamos a la maestra Bertha Delgado, en la Escuela de Ballet – María Elena Scheuch – Escuela adjunta del Ballet Municipal de Santiago, una escuela que lleva su nombre en homenaje a su maestra la cual tiene más de 50 años.
Todo el ballet que recibo la maestra Bertha lo recibió directamente de su maestra María Elena Scheuch, desde los 8 años, todo lo que ella le enseño es lo que replica con sus alumnas. Se refiere a la Maestra María Elena como una persona encantadora, una persona excepcional que se dedicó a la enseñanza, madre de un hijo, que ha recorrió distintos países, dedicada y perfeccionista. “En todos los detalles era perfeccionista, en los los escenarios, los ensayos, en todo era perfeccionista, nos entusiasmada, las veces que llegábamos a clase porque siempre había algo diferente, ella nos mostraba los pasos tal cual eran, si tenía que levantar la pierna 180 grados ella lo hacía. Buscaba lo más actualizado en Ballet, aportando a educar. Todo lo mostraba y era una maestra excepcional.”
“Ella nos enseñó que El Ballet es una disciplina de vida dentro y fuera de la sala, entregar lo mejor siempre sin dejarse algo guardado, todo se entrega. Es como una magia que está en el alma. A veces no salían las cosas, era una lucha constante, las técnicas y las formas para llegar a un paso, fue mi gran maestra era como una magia. Mi cabeza recuerda cosas y por eso soy una eterna agradecida, gracias a ella la escuela es todavía es lo que ella es. Es ahora mi gran amiga pero ante todo una maestra. Estoy en una etapa privilegiada en la que ella todavía está apoyándonos y es un orgullo que escuela este como está ahora.”
POR TODO ESTO, EL COLEGIO ARTÍSTICO SANTA CECILIA RECONOCE UNA LARGA TRAYECTORIA DE AMOR AL BALLET Y A LA CREACIÓN ARTÍSTICA DE LA MAESTRA MARÍA ELENA SCHEUCH, POR EL ESFUERZO, LA DEDICACIÓN Y EL APORTE AL ARTE Y A LA SOCIEDAD OSORNINA, LE DECIMOS EN VIDA MUCHAS GRACIAS MAESTRA.