De verdad no fue corto el viaje, tantas horas sentados,pero no un viaje aburrido.
Sorpresa: en ambos viajes, de Osorno a Santiago y de Santiago a Bogota: Santa Cecilia presente…y no calladamente. Los capitanes de los vuelos saludaron extra a los jóvenes de la orquesta,lo que ellos contestaron con un gran grito de alegría y los pasajeros se levantaron con aplausos. ¡No es cualquier viaje entonces!
Una noche reparadora hizo despertar a las chiquillas y los muchachos bajo un sol espléndido y luego – como era de esperar – comenzaron a sonar los instrumentos, bien guiados por la Sra.Ximena, preparando los cantos para la Eucaristía.
Fue una fiesta de Dios no cualquiera, en una pequeña, pero acogedora capilla. «Las paredes temblaron».. el canto entusiasta de la pequeña comunidad, atenta a las palabras divinas. » Sean fuertes, no teman» asi era la invitación del profeta Isaias. ¿ Cómo no tomar estas palabras como un augurio para esta maravillosa gira?
Una y otra lágrima salió de los ojos de estos entusiastas jóvenes a esta invitación de Dios mismo.
Nuestros jóvenes son mensajeros, sin duda alguna. Conquistarán los corazones de la gente a partir de mañana aquí en Colombia con sus melodías y carismas…. y ellos quieren esto. Una entrega a todo dar para un mundo mejor.
Hay mucho ánimo y ganas de crecer y de hacer crecer. !Que nadia diga: felicidad no existe; la estamos topando con nuestras manos a cada rato aqui en Bogotá!
P.Peter
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